Para viajar con mochila a una isla local de Maldivas con un presupuesto más asequible que el necesario para ir a un resort tradicional hay que tener una serie de cosas en cuenta para que todo vaya rodado en el paraíso. Voy a intentar explicarlas para que no pillen a nadie por sorpresa.
Transporte
Para llegar a las islas locales hay varias opciones de transporte. La más barata es coger un ferry público. El precio es muy bajo, del orden de un par de dólares. Son lentos, pero relativamente cómodos. Su gran inconveniente son los horarios que hacen. A las islas más cercanas a Male hay 1 ferry diario de ida y uno de vuelta, pero si se quiere ir un poco más lejos sólo hay 2 o 3 ferrys por semana. De hecho, el ferry es una opción sólo para los atolones más cerca de Male; a los más alejados no llegan desde la capital. Para consultar los horarios de los ferrys, lo mejor es contactar con algún alojamiento de la isla local para que os informe o visitar la página http://www.atolltransfer.com/ferry-routes-c17sd.
Moneda
La moneda de maldivas es la Rupia de Maldivas, más conocida como Rufiya, aunque realmente no es necesario cambiar. En todas partes aceptan dólares o euros. De hecho, por defecto los precios se dicen en dólares en la mayoría de sitios y si se quiere pagar en rufiyas hay que decirlo expresamente, menos quizás en las tiendas menos turísticas locales de las islas, aunque también aceptan divisas sin problemas. Si aun así se quiere cambiar algo de dinero por si un caso, hay que hacerlo en Male. Debo decir que los billetes de la moneda maldiva son probablemente los más bonitos que he visto nunca.
País musulmán
Maldivas es un país musulmán. Es una de las cosas que posiblemente los turistas que van del aeropuerto al resort directamente ni llegan a apreciar, porque todo lo que viene a continuación no aplica a las islas resort. En las islas locales, en cambio, el islam es una parte importantísima de los maldivos, y eso implica algunas cosas a tener en cuenta.
Primero, está prohibido el alcohol. No hay discusión, no es que sea caro pero se pueda conseguir por algún trapicheo. No hay, hay que aguantarse. Un precio pequeño por estar en el paraíso. La única forma de conseguir una cerveza es ir de visita a un resort. Al igual que el alcohol, está prohibido el cerdo. Si alguien no puede pasar unos días sin embutido, que no vaya a las Maldivas (y que se mire el colesterol). Otra cosa que pasa en Maldivas y en la cual la religión tiene bastante que ver es la hospitalidad de su gente. Un día de estos escribiré un artículo sobre mi opinión al respecto de cómo influye la religión que hay en un país cuando se viaja, pero no hoy. Por mi experiencia, en los países musulmanes que he visitado es donde he encontrado la gente más acogedora, con ganas de conocer al visitante y ayudarle sin esperar nada a cambio, y con las sonrisas más sinceras. Toda la gente del país que conocimos en Maldivas tenía ganas de entablar conversación, de explicarnos su vida, de preguntarnos por nuestro país de origen y de un día visitarlo, inchallah, como dirían ellos.
“¡Vosotros sí que tenéis suerte!”. Nos decía un taxista en Male tras preguntarnos a qué islas iríamos. “Así veréis lo bonito que son las Maldivas. Es que en los resorts es todo muy diferente, eso no son las Maldivas.” No le diría que no a un par de noches pagadas en el Four Seasons que teníamos delante de nuestras narices en Huraa, pero según ese taxista, no habríamos disfrutado igual. ¿Tendría razón?
Hay alguna cosa más a destacar por el hecho de que Maldivas sea un país musulmán:
- Los viernes está todo cerrado, menos los negocios destinados al turismo, que funcionan a medio gas. Por ejemplo, no hay ferrys los viernes.
- 5 veces al día el muecín llama a oración. A mí, más que molestarme, me pareció fantástico estar en esas playas paradisíacas y oír entonar los versos del Corán que llaman a los fieles a rezar desde el minarete de la mezquita. Hay que decir que no son tan escandalosos como en otros países musulmanes, y los infieles no se ven privados de su sueño a las 4 de la mañana por la llamada de Alá, como pasa en otras partes.
- A la hora de la oración (anunciada, como he comentado, a viva voz por los altavoces de la mezquita) se paraliza el pueblo. Las calles quedan desiertas y los negocios abandonados por el rato que dura la plegaria. La primera vez que buscábamos algo para comer justo a esa hora y entramos en un par de cafés sin absolutamente nadie dentro, ni clientes ni camareros, nos sorprendimos un poco.
Vestimenta
Este apartado podría ir dentro del anterior porque tiene que ver con la religión del país, aunque en realidad es un tema de tradición en general. En las islas locales hay que respetar el dress code impuesto por los maldivos. Esto significa nada de pasearse sin camiseta (y mucho menos las mujeres en bañador) por la isla, fuera de la playa, y a poder ser hay que cubrirse los hombros, aunque esto es más relativo. No hace falta preocuparse demasiado, sólo usar el sentido común y respetar que la tradición local no tolera las vestimentas “atrevidas”. Lo que sí es importante es tener en cuenta que el bikini sólo se permite en la playa turística, llamada bikini beach, guest beach o tourist beach. Aunque no hay mucho motivo para ello, puesto que normalmente no están arregladas y a menudo están sucias, si una mujer se quiere bañar en otra playa tendrá que hacerlo en bañador o con ropa, como lo hacen las mujeres locales.
Con estos consejos ya podéis viajar a una isla local de las Maldivas sin arruinaros y sin llevaros sorpresas. Para cualquier duda o para compartir la experiencia no dudéis en dejar un comentario.
Per conéixer un lloc més val anar entre la gent del país i no als resorts.
Esperant el proper article!!